Hace una semana, y como parte de la lucha por llegar al 2010 sin campamentos en el país, la fundación Un Techo Para Chile concluyó de manera exitosa la jornada de construcción de mediaguas de vacaciones invierno.
Decenas de voluntarios universitarios, de las más diversas casas de estudio de la región, se dieron cita en esta ardua labor en entregar una solución habitacional de emergencia a 42 familias de Reñaca Alto y Miraflores Alto.
El contacto directo con parte de los habitantes de la zona, la experiencia de compartir con los niños de los campamentos beneficiados, un espíritu de energía permanente se transformaron en los argumentos más notorios, que hicieron a quienes participaban de la instancia por primera vez, una experiencia inolvidable.
Un Techo Para Chile, busca en la región acabar con la cruda realidad de los más de 70 campamentos existentes en la zona. Para ello, no solo entrega a las familias la posibilidad de contar con una vivienda de emergencia: los altos mandos de la institución están convencidos que el futuro de su trabajo se encuentra en el trabajo permanente en los campamentos.
Aunque han sido poco publicitadas, la fundación posee una serie de áreas de trabajo que cumplen con el objetivo final de entregar a las familias de los campamentos todas las herramientas necesarias para romper el círculo de la pobreza, y permitirles fortalecer el imperioso deseo de optar por una vivienda definitiva.
Asistencia jurídica para orientar sobre casos de divorcios o pensiones alimenticias; cursos de oficios gratuitos y certificados para que los habitantes de los campamentos tengan una herramienta concreta para enfrentar de mejor manera la vida laboral; entrega de micro créditos a aquellos que desean abrir un negocio; y equipos de voluntarios que trabajan íntegramente con los pobladores en las mesas de trabajo de los campamentos, se transforman armas efectivas para permitirles a las familias más pobres de la región, y del país, optar por una vida mejor.
Es así como se busca romper con la política asistencialista, que incluso el propio Gobierno reconoció como fracaso, para trabajar activamente con las familias y hacerlos parte del cambio de vida que experimentan. Es por ello que las autoridades gubernamentales están empecinadas en lograr educar a los habitantes de los campamentos para que tengan presente lo que significa vivir en comunidad, para en un futuro enfrentar la nueva realidad con sus viviendas definitivas. Para ello ya se encuentra en marcha, lo que es según Michelle Bachelet, uno de sus proyectos estrella: el fondo solidario de vivienda. Plan que busca evitar los errores del pasado, que simplemente hacían que los campamentos con casas, se transformaran en campamentos con edificios.
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