Por: Rodrigo Manríquez Fuentes
El pedagogo fue premiado en la segunda edición del Festival de Composiciones para Profesores de Música en Copiapó organizado por la Universidad de Atacama. El jurado de aquel certamen determinó la canción “Lo que pasa allá afuera” como la ganadora de la categoría ‘Música Popular’.
Eran ya las 22.10 de la noche cuando Marcelo Jordán abrió el portón rojo de su casa, ubicada en el centro de la ciudad de Quillota entre bares y supermercados. Con un polerón tipo canguro y su icónico gorro de lana bordado a mano ingresa a su hogar. Al entrar se pueden divisar de inmediato instrumentos musicales repartidos por todo el lugar. Apenas ingresa se acerca a unos tambores a jugar con ritmos caribeños mientras habla. Luego toma lugar en uno de los sofás, y en él, para variar, un amplificador Marshall. Luego, su pareja le ofrece un cigarrillo. Él acepta y lo enciende. “Haber sido premiado ahí (Universidad de Atacama), para mí es un bonito logro”, explica el profesor egresado de la Universidad de La Serena.
Jordán, además, muestra su impresión respecto a la moderna infraestructura del escenario en el que le tocó estar, “esto se realizó en una súper sala que tienen ellos, un centro cultural envidiable. Un teatro con un diseño tipo europeo”. Y es que el músico de 46 años considera que festivales como estos, dedicados exclusivamente a los profesores, hacen falta en Chile, ya que “los educadores siempre están expuestos a la necesidad de crear, no te puedes basar solamente en los materiales que te entrega el librito del ministerio y te diga qué tienes que enseñar”, sentencia.
¿Cómo le llegó la invitación?
Hace unos meses, cuando tenía Facebook, me contactó el organizador del festival que también estudió en La Serena, coincidimos en los últimos años de la carrera, cuando yo iba saliendo él iba ingresando. Aparte de la publicidad que hizo en la Universidad, se contactó directamente con profesores que conocía, y entre esos estaba yo. Y se contactó personalmente conmigo.
¿Funcionaría un festival como el de Atacama acá en la Quinta Región?
Yo creo que sí, absolutamente. Porque, si funcionó allá y que es un lugar aislado prácticamente, que está en medio de la nada y llegó gente a participar, a mostrar sus cosas. Si hicieran algo acá, yo creo que habría que hacerlo primero a nivel regional, porque a nivel nacional llegarían muchos más participantes. Toda la gente hace canciones, toda la gente inventa cosas, así que van a haber interesados.
Hablando de festivales. Usted participó en el Festival del Huaso de Olmué el año 2007 ¿cómo fue esa experiencia?
Me llegó de sorpresa la noticia de haber sido seleccionado entre las diez canciones de 700 que postularon. Así que haber estado en esos diez, tener la opción de ir al concurso y salir en la tele (risas) tenía su gusto. Concursamos con una canción de corte muy nortino, como carnavalito, con charango, quena y era una canción que hablaba de la Violeta Parra y su paso por el norte. No pasamos la primera noche de la competencia, quedamos fuera. Yo quedé súper bajoneado porque para mí la canción era buena, entonces hablé con uno de los jurados, que me lo encontré en bambalinas: se trataba de Tito Fernández, el temucano. Pero al momento de hablar con él me di cuenta que no tuvo clara la idea de la canción, hubo un malentendido de parte de este caballero.
EL COQUETEO CON EUROPA
Desde pequeño había dejado el país, arrancado del golpe con su familia hacia Argentina. Luego, paradójicamente, tres años más tarde tuvieron que volver por la dictadura antiperonista en 1976. Ya en la universidad tuvo la oportunidad de viajar a España con el coro de su carrera para participar en un concurso de Alicante. “Habíamos prometido con mis amigos volver a España, tocábamos en pubs en ese tiempo en Copiapó y dijimos ‘los cuatro nos vamos’, de a poco se fueron bajando y llegó ese año y yo me fui no más”, explica aquella anécdota entre risas y botando el humo del cigarro.
Lo que no esperaba era que por una situación “bien puntual” tuvo que cambiar el destino del pasaje de Madrid a Bruselas. Vivió allá por dos años nutriéndose musical y culturalmente de lo cosmopolita de la sede del Parlamento Europeo. Su estadía en Bruselas dio frutos. Su primer disco fue grabado y editado el 2000 allá en la capital belga. Pero en ese momento surgió otro problema: ¿quién escucharía su música en español? El regreso a Chile era inevitable. Marcelo aplasta el cigarro en el cenicero.
“SI HUBIERA OTRO TIPO QUE ENCABEZARA LA MISMA IDEA, SIN DUDA LO APOYARÍA”
El 2013 fue año de elecciones y Marcelo Jordán inclinó su postura hacia un candidato nuevo, un rostro que creía en los movimientos sociales y que estuvo vinculado a ellos para representar una alternativa ante la ‘vieja política’ protagonizada por la Concertación y la Derecha. El músico quillotano se frota la barba mientras cuenta que conoció el discurso de Marcel Claude en la televisión y consideró que su postura era clara. “Coincidía con muchas de las cosas en las que pensaba, como la renacionalización del cobre y empoderar a la clase trabajadora”, señala el profesor.
Usted tuvo una colaboración con la campaña del candidato presidencial Claude, ¿cómo se dio eso?
Yo compuse una canción para la campaña, la mandé a la gente del comando. Hicimos el trabajo de mostrarle a la gente a este candidato, a esta postura, estas ideas. Igual fue un bajón a la hora de la votación, fue realmente fuerte el bajón, pensé que iba a haber por lo menos sobre un 5% de la votación iba a ser para este candidato, pero no alcanzó ni siquiera el 2%.
En vista de las acusaciones en contra de este candidato de no pagar dineros a gente del comando ¿Qué cree usted que pasa con el discurso de Marcel Claude?
He escuchado eso. Igual me parece súper extraño en el sentido de que tal vez fueron malas jugadas que el tipo hizo. Habiendo tanta gente con el afán de colaborar, no entiendo por qué el tipo contrató una productora como lo hicieron los otros candidatos. Faltó hacer énfasis en el voluntariado que existía entorno a esa campaña. Y lo que pasó con eso de las platas que se pagaron y no se pagaron no sé hasta qué punto es así. Pero sin duda, yo creo que el movimiento va mucho más allá del personaje. De hecho, en la canción que yo hice para la campaña “Todos a la Moneda” en ningún momento yo nombro al candidato, yo hablo del movimiento y la significancia que tiene. Si hubiera otro tipo que encabezara la misma idea, el mismo discurso, la misma fuerza y la misma claridad yo sin duda lo apoyaría.
INSTROSPECCIÓN: EL ANÁLISIS CULTURAL DE MARCELO
Mete la mano en el bolsillo del polerón para buscar el encendedor. Su pareja quería fumar otro cigarro. Marcelo inconscientemente le entrega un cable que tenía en sus manos. En seguida se dio cuenta y le entregó lo requerido, el fuego. El profesor de música acomoda sus lentes y continúa hablando de los trabajos que realiza por estos días.
¿En qué proyecto se encuentra ahora?
Mira, ahora estamos atentos con lo que es Fondart, que tiene abierta la convocatoria, nosotros estamos pensando y trabajando en un proyecto musical que tiene que ver con esta temática de la inclusión, replicando la experiencia de un segundo disco que grabé el 2005, un disco para niños en edad escolar. Es un disco que habla de las reglas de acentuación, los fonemas, y de cuestiones netamente que son materia de la escuela. Entonces, este proyecto que estamos pensando con inclusión es para niños que tienen dificultades en el lenguaje.
Por otro lado, el cantautor analiza el desarrollo de nuevos trabajos a nivel local. Prende otro cigarro. Su pareja, que lo acompaña a su lado con una taza de té, con gestos le ofrece algo para beber. Él rechaza el ofrecimiento y continúa comentando…
¿Cómo ve la escena musical acá en la zona?
Sin duda hay gente que está surgiendo fuerte con sus propuestas, pero creo que básicamente tienen el mismo problema que yo, en el sentido de que no se pueden dedicar completamente a eso. Todos necesitan una vida y el Guille Arancibia (músico) es abogado, que pasa gran parte del tiempo en tribunales resolviendo problemas de otra gente en vez de estar escribiendo canciones. Se habla también que en Valparaíso hay una oleada importante de cantautores y ligadas al guitarreo, pero ahí yo tengo una leve sospecha de que es como muy superficial.
¿Qué opina de la Ley del 20% de música chilena en las radioemisoras?
Yo creo que es una ley que tiene una buena intención por un lado y por el otro es una ley muy peligrosa. Como está todo regido por el mercado, es muy probable que ese 20 por ciento de la música chilena lo llenen “músicas chilenas” que sólo van a estar ahí por ser chilenas y no por ser de calidad. Me refiero a que la parrilla de una radio pondría todavía a Los Huasos Quincheros, el “Pollo” Fuentes, la Nueva Ola que son artistas que ya tuvieron su momento. No se sabe si tiene un refuerzo a nuevos compositores, no sé si incluye garantías para que la gente grabe con más facilidad.
Después de la última pregunta se pone de pie y comenta que prontamente tocará en un pub de Quillota, Lonconao de calle Blanco, dejando la invitación hecha. En la oscuridad del patio sólo se veía el reflejo de sus anteojos. Se despidió desde el portón rojo de su casa, ubicada en el centro entre bares y supermercados.
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