Por Valeria Rubio.- Eran cerca de las 6 de la mañana en el centro de Valparaíso y pedí un chofer. Cuando este llegó, un hombre joven bajó la ventana del copiloto y dijo mi nombre. No me atreví a subir. La persona en mi pantalla no era la misma que tenía enfrente. ¿Con quién estoy hablando, puedo confiar en lo que me dice la aplicación? Con esta experiencia, me empecé a preguntar si es cierto que no todo lo que brilla es oro. Cada día cientos de conductores circulan por
Ver mas