Un paseo en letras y fotos a un recinto que atrae por su inmensa colección de artefactos y por la historia de la industria de la cerveza chilena reunida en un proyecto que tiene tanto de bar como de museo.
Por Mariela Barría, José Calderón, Javiera Carvajal y Martin Hernández
La cerveza sin duda es una de las bebidas más consumidas y más relevantes dentro de la sociedad actual. Ya sea a nivel nacional como mundial. Esto se debe principalmente a su carácter comercial, y a su estrecha relación al ocio, el relajo, las artes y el entretenimiento. Su sabor, temperatura y su bajo grado alcohólico, la convierten en la compañera preferida de una buena conversación.
Ubicado en pleno corazón patrimonial de Valparaíso, Casa Cervecera Altamira no solo ha querido hacer cervezas de calidad mundial sino que ha querido rescatar las antiguas tradiciones que trajeron estos primeros maestros cerveceros, elaborando cervezas tal cual como ellos las elaboraron, siguiendo los mismos métodos y las mismas recetas, lo que convierte este lugar en un museo vivo que cuenta la historia de la cerveza en Chile.
Entrando
En los últimos años, la subida Cumming ha pasado a convertirse en uno de los puntos de encuentro en la vida nocturna de la ciudad. Ubicada en pleno plan de Valparaíso, abre paso a experiencias relacionadas con el patrimonio cultural del puerto, con el arte y la recreación. El pavimento refleja su historia, los murales las expresiones artísticas y los locales de comida y bares reflejan la cultura propia de la ciudad. Sin embargo, existe un pequeño espacio físico dentro de la calle que engloba todo lo que es representativo de subida Cumming. Se encuentra en la esquina de la calle, en Elías 126, al lado del ascensor reina Victoria. Se trata de una cervecería y su nombre es Altamira.
Lo primero que destaca al cruzar la puerta de entrada es que es un lugar largo y estrecho. La barra a un lado, las mesas al otro y dos caminos laterales: uno directo a la cocina y otro hacia una especie de subterráneo. Desde un pilar destaca la imagen de Andrés Blest, uno de los fundadores de las cervecerías en Valparaíso. Junto a él, a lo largo de la pared hay vitrinas que muestran antiguas cartas. Y al otro lado se exponen los productos de la cervecería, que van desde poleras hasta jockeys y licores.
Una sección de botellas en el lado contrario de la barra resalta por la luminosidad que la sala de las máquinas entrega, y la disposición de las mesas hace que la televisión se vea perfecta independiente de dónde te acomodes. Al fondo, dejando atrás botellas y retratos hay una escalera que lleva al segundo piso, con decoraciones a ambos lados de las botellas de cerveza más famosas del país.
El proceso de elaboración:
La preparación de la cerveza, como se hace en este lugar, tiene diversos pasos. En primer lugar está la selección de cereales, y esta cervecería utiliza principalmente cebada malteada con diversos grados de tostado.En segundo lugar está la molienda, donde los granos son molidos para así sacar su almidón. Luego está la preparación del agua, donde se hace una purificación de la misma pasándola a través de un filtro y calentándola a 70°.
Después viene la maceración, que es sumergir los granos en el agua caliente para que así los almidones de los granos se fermenten. Después está la cocción donde se agregan lúpulos que le añaden el color y el sabor a la bebida; el enfriado está a continuación, y trata de pasar el producto por agua helada a través de un intercambiador de calor; el proceso de fermentación tarde en total 14 días, 7 para que el azúcar se transforme en alcohol, y otros 7 para que la cerveza se estabilice y clarifique; para finalmente llegar a la etapa del envasado, donde al producto se le añade dextrosa para que al abrir la botella la cerveza tenga una suave y cremosa espuma.
Detrás del bar del recinto se encuentra toda la maquinaria para preparar la cerveza, el principal motivo del porqué esta cervecería merece su reconocimiento, también se puede encontrar la historia de la cerveza en nuestro país plasmada en las paredes, en la pared del fondo se puede ver gráficamente cómo las industrias cerveceras se fueron creando, mientras que en la escalera del segundo piso se encuentran las botellas, nuevas y antiguas que albergaban tan preciada bebida. Es importante el rol que juega Andrés Blest en esta cervecería, fue pionero en la creación de cerveza en Valparaíso, por lo que su cuadro se encuentra en la entrada.
Andrés Blest, el gran fundador
A comienzos del 1800, Valparaíso se convirtió en uno de los puertos más importantes de América del sur, y a este lugar llegaron destacados inmigrantes europeos que trajeron consigo las tradiciones cerveceras. Entre ellos Andrés Blest quien llega a Chile en 1813, y que en 1825 instaló la primera cervecería en Valparaíso frente a lo que hoy es la plaza Aníbal Pinto.
Proveniente de Sligo, Irlanda, Andrés (o Andrew, en inglés) Blest fue el primer médico extranjero radicado en Valparaíso, al llegar a Chile en 1813. En el año 1825 se le otorga la patente para hacer ron en suelo nacional. Nacionalizado chileno en 1819 por haber ayudado financieramente a la escuela libertadora, fue un reconocido empresario que expandió el conocimiento comercial por toda la ciudad puerto.
A raíz de sus antiguas participaciones en la industria del lino en Irlanda, junto a su padre, es que surgen sus inicios empresariales en Chile, buscando un nuevo comienzo en el nuevo mundo. Negocios relacionados a una planta procesadora de cáñamo, inversiones en el ámbito minero y la ya conocida por todo porteño empresa de la cerveza hacen que Andrés sea no solo parte de la historia de Chile, sino que un símbolo en la ciudad. Muchos rumores corren en relación a esta historia, pero una cosa es segura: todo aquel que disfrute de la cerveza artesanal está agradecido con las vueltas de la vida que trajo a un Irlandés y a sus dos hermanos a uno de los puertos más importantes de América en esos tiempos: Valparaíso.
Un servicio completo
Cerveza no es lo único que se consume en el restobar, pese a ser el único local de Valparaíso donde se puede ver como se hace la cerveza para después consumirla. El recinto ofrece una variedad de licores y bebidas, además de deliciosas comidas para consumir, aunque su especialidad es efectivamente la cerveza y la producción de la misma.
Al ser un restobar que abre en la semana desde las seis de la tarde, y solo viernes y sábado después de las una de la tarde, la oferta gastronómica está ligada a acompañar la cerveza. Entre lo que se encuentra en la carta están hamburguesas, tablas para picar, pizzas y carnes, todo esto acompañado de una porción de papas fritas.
La mayoría de la gente que frecuenta el lugar son adultos y turistas que buscan un momento de tranquilidad en el ajetreo de la noche porteña, mientras disfrutan de una cerveza hecha en el mismo lugar.
Casa Cervecera Altamira es hoy día parte de la ruta turística de Valparaíso, donde se producen las cervezas Altamira y Mestiza, además donde se puede encontrar gráficamente la historia de la industria en nuestro país. El grato ambiente que se respira dentro es reflejo de un proyecto bien logrado, y reflejo de eso es el evidente trabajo puesto en cada detalle del lugar. Donde cada botella es una historia, y cada sorbo una sensación nueva.